Los pensamientos son tan poderosos, que pueden ayudarnos a transformar la realidad en la que vivimos. Una de las técnicas mas poderosas para esto es la visualización. Cuando escuché esto por primera vez, en una platica informativa, de parte de mi entrenador de basquetbol, lo vi tan simple, que no creí que realmente funcionara. Así que decidí no aplicarlo. Una vez, en mi casa, después de haber tenido un mal partido, en que mi equipo perdió por mucho y yo jugué bastante mal, no podía dormir, pensando en las anotaciones que fallé, en que me expulsaron por acumular faltas, en que me dolía el labio inferior, por un codazo que recibí al pelear un rebote. Todo salió tan mal, que en cierto momento me pregunté, cual seria el resultado, si todo hubiera salido bien. Me pareció entretenido imaginarlo. Así, que me puse de pie en un extremo de mi habitación, apliqué la técnica que nos había enseñado el entrenador, empecé a caminar hacia nuestro próximo partido, fabriqué en mi mente el partido perfecto, en el que todos mis tiros entraban al aro, todos mis pases se convertían en asistencias y defendiendo era impasable, robando balones, atrapando rebotes y bloqueando tiros de los contrarios. Al finalizar, todos nos abrazábamos y recibíamos el trofeo que nos acreditaba como campeones del torneo. Yo era elegido el jugador mas valioso de la final.
Después de mas de una hora de estar "viajando" por ese momento, me di cuenta que aun no tenia sueño, así que tomé mi balón y fui a realizar tiros a la canasta. Me puse el reto de lanzar 100 tiros libres y encestar por lo menos 90 de ellos. Esa noche solo encesté 45, pero mantuve el reto durante la semana y un día antes del próximo encuentro ya había subido a 60 tiros de 100. Con el tiempo logré llegar a 85 tiros como máximo, pero estoy seguro que si no me hubiera planteado ese reto, no habría pasado nunca de 50.
El próximo juego fue muy parecido a mi visualización, mejoré muchísimo en ofensiva y defensiva, todos se dieron cuenta y me preguntaron, "¿Que había hecho para mejorar en tan poco tiempo?", les respondí que "solo hice lo que el entrenador nos enseño el otro día acerca de visualizar". Esa temporada varios del equipo, los mas allegados a mi, aplicaron la técnica y el nivel del equipo mejoró mucho. Llegamos a finales y aunque no ganamos el campeonato, si fuimos el equipo revelación. Todos nos sentimos mas unidos y disfrutamos del basquetbol como nunca lo habíamos hecho.
La técnica, que nos enseñó el Profesor Alburez, se basaba en lograr primero la visualización de IMAGENES, lo mas vívidas posibles, crear un vocabulario interno que refuerce esas imágenes, esto nos lleva a alcanzar un estado emocional pleno, que provoca que nuestro cuerpo responda con su máxima capacidad haciendo que como personas estemos involucrados en mente y cuerpo en esa visión de futuro que deseamos.
Los pasos a seguir son:
- Ver hacia el frente en un lugar donde tengamos un espacio abierto donde avanzar caminando
- Cerrar los ojos.
- Imaginar una línea de tiempo, definimos que esa distancia, que tenemos enfrente es el tiempo a través del cual, el sueño ha de ser cumplido.
- Abrimos los ojos y caminamos hacia adelante unos paso, podemos definir que cada paso es un año. Nos detenemos en el año en que el sueño debería estar cumplido.
- Estamos en el tiempo futuro, cerramos los ojos, creamos las imágenes de como estaría el ambiente. Que escucharíamos, oleríamos, veríamos. Que sentiríamos en ese momento, que esperamos sentir.
- Un minuto de silencio, deja que se apodere de tu cuerpo, rescata las imágenes, sonidos, emociones que deberían suceder cuando el sueño este cumplido.
- Volvamos al presente, definida la dirección, nos toca ahora decidir, ¿Qué vamos a hacer hoy y cada día a partir de hoy, para lograr esto?.
- Listemos acciones encaminadas en ese rumbo y recursos que necesitemos, aunque no lo tengamos.
- Paso final y el mas importante... procedemos a realizarlas, aunque no sepamos totalmente como hacerlo o no tengamos los recursos completos.
Se necesita un gran sueño y acciones diarias, para lograr una meta. Así funciona el cerebro. Si le dices que quieres algo, él te va a ayudar al encontrar el "como" lograrlo, con los conocimientos y capacidades que tengas. Es por eso tan importante alimentar el cerebro, con herramientas mentales, conocimientos, lenguaje, técnicas, trucos, tips, etc. Cuando has adquirido todo esto, lo siguiente es poner tu cerebro a trabajar, tanto en modo consciente como en modo inconsciente.
Cuando el cerebro tiene un problema y percibe que tiene que resolverlo, utiliza todas las conexiones neuronales que tenga creadas, para poder resolverlo. Muchas veces trabaja mejor en modo inconsciente, cuando dormimos o estamos pensando en otra cosa. Una de las técnicas que nos puede servir para aprender cosas nuevas y complejas es la "Técnica Pomodoro".
Esta técnica la aprendí en el curso virtual: "Learning How to Learn: Powerful mental tools to help you master tough subjects", disponible en Coursera...
Se trata, de utilizar un temporizador, como los que se utilizan en cocina, para medir el tiempo de cocción u horneo de un platillo. Al terminar el tiempo, el temporizador emite algún tipo de alarma. Durante años los temporizadores en forma de tomate, han sido muy populares, debido a esto, la técnica ha sido llamada Pomodoro, tomate en italiano. La forma de usarla es definir períodos de 25 minutos de alta concentración, en la cual usamos el modo consciente de aprender, en ese tiempo nos concentramos en estudiar un tema, cuando se cumple el tiempo, cambiamos de actividad y nos damos una recompensa, puede ser un dulce, hacer algo que nos gusta, como bloggear o chatear, ver televisión o simplemente descansar.
En ese tiempo de descanso y recompensa, se liberan endorfinas que nos hacen sentir bien, pero además el cerebro esta trabajando en modo inconsciente, creando conexiones neuronales, que con la practica, van a convertirse en nuestras nuevas herramientas mentales, para resolver los futuros problemas que se le presenten.
Esta técnica es una forma de posponer, tareas que sean incómodas de realizar, pero que estamos obligados a realizar. El cerebro, se ve forzado a ubicar, grandes cantidades de información, en una misma sesión de estudio, lo cual seguramente vamos a olvidar en poco tiempo. En lugar de esto, le damos una cantidad menor de información, dejamos que la utilice para crear conexiones neuronales, después con la práctica, hacemos que estas conexiones se vuelvan permanentes y estén disponibles a partir de ese momento.
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