¿Es posible ser un emprendedor y no tener que sufrir tanto, especialmente en los inicios del emprendimiento?
Muchas veces cuando empezamos una aventura comercial, social o de cualquier tipo, crece en nosotros el temor a fallar. En especial cuando estamos arriesgando nuestros recursos o incluso hemos hecho prestamos para iniciar una empresa. Al principio creíamos que nuestra idea era infalible y que el éxito era mas que probable. Pero llega un momento de duda, en que vemos que los ingresos que esperábamos tardan en llegar y que los gastos siguen acumulándose. Es en esos momentos en que ponemos a prueba nuestra voluntad y nuestra inteligencia de negocio. Ya que habrán veces en que el emprendimiento simplemente no va a funcionar, ya sea porque la idea o la solución propuesta no fue tan buena, porque la implementación no fue la adecuada, porque fallamos al crear el perfil de cliente o porque la competencia fue mejor que nosotros.
Les cuento una experiencia personal, para el Campeonato Mundial de Futbol Alemania 2006, tuve la idea de importar de Taiwán tarjetas para ver televisión en la computadora. Investigué el mercado, identificando al cliente, que durante las horas de oficina quería ver partidos de futbol y no tenia una televisión para hacerlo. Era una buena solución porque el cliente podía instalar la tarjeta, que era bastante compatible con las computadoras de ese tiempo, el precio era accesible y la tarjeta tenia varias funcionalidades tales como surfeo de canales, pausa en vivo, grabación de programas y control remoto. El canal de mercadeo fue entrega a domicilio y la promoción fue por medios de comunicación escritos, anuncios grandes y a color ofreciendo la tarjeta e instalación gratis. El distribuidor de Taiwán me asesoró respecto a la importación, pago de impuestos, facturación, transporte y marketing.
Empecé a vender tarjetas con un mes de anticipación al inicio del Campeonato y el emprendimiento fue todo un éxito. Vendí mas de la mitad de las tarjetas que había importado y estaba a punto de traer otro cargamento. De repente un día, al consultar el periódico para ver mi anuncio, noté que había otro anuncio similar, promocionando tarjetas chinas a menor precio. Esa semana solo logré vender cinco tarjetas y casi rogándole a los clientes que las aceptaran o de clientes que habían sido recomendados por otros. Fui a la empresa que estaba vendiendo las tarjetas, me hice pasar por un cliente y pedí que me mostraran una, la tarjeta era de menor calidad, empezando por el control remoto y no permitía todas las funcionalidades de la que yo vendía, pero era mas barata.
Después tuve que rematar a un almacén de venta de accesorios para computadora el lote que me quedaba, abajo del precio de costo para cortar las perdidas. Había contratado a un técnico electrónico para hacer las instalaciones a domicilio, también tuve que despedirlo. De esa forma terminó mi primer emprendimiento.
El primer factor que falló en mi opinión era desconocer a la competencia y productos equivalentes. También creo que debí conocer mejor a mi cliente para llegar con el y lograr que apreciara el valor extra de las tarjetas que yo distribuía. La mayoría de clientes potenciales prefirieron un precio mas bajo sin importarles la calidad. Pude haber hecho una campaña publicitaria para resaltar esas características y enfocarme en un mercado de mayores ingresos. Pude buscar otros canales de distribución como supermercados o tiendas electrónicas especializadas, pero mi capital para importar no era mucho. En eso la competencia estaba mejor preparada, seguramente.
Mi reflexión final es que fallar no es el problema, sino fallar inútilmente. Que estas experiencias nos dejen enseñanzas y no solo que aviven nuestros temores. Que nos recuperemos anímicamente para seguir buscando la forma de reducir el riesgo en un emprendimiento, ya que tenemos recursos escasos, no tenemos todo el tiempo del mundo y nos interesa triunfar.
Asi que sea este un articulo que sirva como bálsamo al corazón de los emprendedores que están en la parte difícil de su esfuerzo y a los que han fallado pero no se rinden.
#JESEmprendimiento
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