Pobreza, ¿un problema mental?

Recuerdo la fiesta para celebrar los cinco años de mi hermana, Karen. En ese tiempo yo vivia en la casa de mi abuela, mientras mi hermana vivia con mi madre y su segundo esposo.  Mi madre habia organizado la fiesta, que incluia piñatas, pastel, sorpresas y comida. Hizo los arreglos con mi abuela para que yo pudiera asistir. Era un domingo por la tarde. Mi madre se encargó de invitar a todos los niños que vivian en los alrededores, aunque ella no los conocía a todos, ni a sus familias. La casa donde vivia mi madre tenia un amplio patio de tierra, que ese dia estaba tapizado de ramas de pino, que exhalaban un delicioso aroma. Fue una fiesta muy divertida, uno de los primeros recuerdos que tengo de mi hermana, ya que crecimos en casas separadas, hasta que mas adelante, pudimos reunirnos hasta que fuimos adultos.

 
Años despues de esa fiesta, me encontré con un album de fotografias familiares, que incluia varias de esa fiesta en especial. De entre todos los niños, recordé en especial a uno, mas pequeño que yo, con el pelo rizado y cara redonda. El niño era un vecino que habia sido invitado, tendría en ese tiempo unos seis o siete años. Durante la fiesta habia sido uno de los mas alegres y activos, cuando se la fiesta  terminó llevaba una enorme bolsa llena de dulces, que habia recogido durante la piñata.  Tambien llevaba un plato con pastel. En la foto vi que vestia un sueter azul oscuro, con agujeros por todos lados y que evidentemente ya no le quedaba bien. Era un niño pobre, pero su cara reflejaba, al menos en la fotografia, la inocencia y pureza que tenia a esa edad y en ese instante.
 
Mi madre se mudó a otra area de la ciudad y finalmente nos reunimos con mi hermana y vivimos todos juntos por varios años. No volvimos a ver o visitar a los vecinos que asistieron a la fiesta de cinco años de mi hermana. Pero una vez, decidí ir con un amigo, a un mercado que quedaba en ese sector, donde habiamos vivido años atras, estabamos buscando repuestos electronicos y ese mercado era conocido por vender chatarra de televisores, radios y otros equipos.  Recorrimos los puestos del mercado callejero, deteniendonos en los que parecian mejor surtidos. De repente sentí un escalofrio y presentí que me estaban observando. Disimuladamente vi a mi alrededor y habia un grupo de unos diez jovenes, con aspecto amenazador que no dejaban de vernos. Al frente de ellos, estaba un joven de baja estatura, pelo rizado y cara redonda, al que reconocí de inmediato, como aquel niño de sueter azul de la fiesta. Su cara estaba llena de cicatrices, su expresion denotaba embrutecido, por el uso de algun tipo de droga y sus ojos tenian una chispa de ferocidad, realmente intimidante. No fui el unico que se dió cuenta, ya que el vendedor del puesto en el que estabamos se puso nervioso, seguramente conocia a los jovenes y sabia de que eran capaces. Yo me puse en alerta, pero mi amigo seguia inmerso en los repuestos, buscando uno en especial.

Con toda la calma que pude, me acerque a su oido y le dije en voz baja: "cuando te diga, salis corriendo para el carro, nos quieren asaltar".  Mi amigo despertó, como de un sueño, pero afortunadamente, no se alteró.  El vendedor insistia, en decir que no tenia el repuesto que buscabamos y que tenia que cerrar su puesto. Decia esto con visible nerviosismo. En ese momento el lider del grupo se acercó y le preguntó por un repuesto al vendedor, pero su intencion fue vernos mas de cerca y evaluar si cargabamos algo de valor o dinero.
 
Antes de ir al mercado, tuve la precaucion de dejar guardado el reloj, la billetera y cualquier objeto que llamara la atencion y le pedi a mi amigo que hiciera lo mismo. Tambien llevabamos ropa sencilla, buscando un  perfil bajo. Talvez eso hizo dudar al lider de si asaltarnos o no. Me despedí del vendedor y le dije que volveria la proxima semana, para ver si ya tenia el repuesto que buscabamos, saludé tambien al grupo de jovenes, esto los desconcertó un poco y empecé a caminar hacia la calle donde habiamos dejado estacionado el automovil.  El grupo empezó a caminar en nuestra direccion, talvez buscando el mejor momento de rodearnos.

Despues de dar unos veinte pasos le dije a mi amigo: "¡AHORA!", ambos echamos a correr a toda velocidad, para llegar al vehiculo y salir huyendo de alli. Eran dos cuadras, pero parecieron diez. Vi que el grupo de jóvenes, dudo en correr y cuando se decidieron a hacerlo ya les habiamos sacado media cuadra de ventaja, lo suficiente para llegar al carro, encenderlo y huir de allí.  Cuando llegamos a mi casa, agotados por la aventura y seguros de no regresar a ese lugar, tuve un tiempo para lamentar, el destino del niño de sueter azul. Fue triste ver como veinte años despues, era un delincuente y posiblemente un adicto, cuyo futuro estaba truncado. Reflexioné, respecto a como de niños todos somos iguales, inocentes, puros y con nuestros sueños intactos, pero el ambiente, nuestras decisiones y limitaciones, determinan en gran parte la vida que hemos de llevar de adultos.
 
Existe un estado mental llamado "mentalidad de escasez", mencionado entre otros por el reconocido autor Stephen R. Covey, en su libro "Los 7 habitos de la gente altamente efectiva", que tiene que ver con la forma en que miramos el mundo, que en esencia tiene  recursos limitados, pero dentro de lo cual podriamos ver abundancia. Sin embargo, factores ambientales, impactan en la forma que tomamos decisiones, por ejemplo si hay poca comida, poco dinero, poca salud, poca educacion, poco amor, generalmente vamos a reaccionar agresivamente con tal de asegurar que consigamos lo poco que hay. Eso tiene que ver con la naturaleza humana.
 
Entonces, como puede un padre, ser amoroso y dedicarle tiempo al desarrollo humano de sus hijos, si tiene que trabajar de lunes a  sabado o domingo, levantandose a las cuatro o cinco de la mañana, trabajando ocho o diez horas, para recibir un sueldo, que esta muy por debajo del costo de la canasta basica. Se mantiene estresado, cansado y frustrado, con apenas energia para levantarse y seguir, en esa interminable secuencia de acciones que absorven su vida diaria. Este es un caso extremo, pero la gran mayoria de pobres o extremadamente pobres, se pueden identificar con esto.
 
Si en estas circunstancias, decide estudiar de noche o fines de semana para superarse a mediano plazo, lo mas probable, es que no rinda en sus estudios. Si tiene que llenar una solicitud de empleo, es posible que no lo haga correctamente, así que no pasará de los primeros filtros que las empresas ponen para seleccionar personal.  Tampoco tendrá una presentación adecuada, si no cuenta con los recursos para comprarse ropa. Aunque sea contratado, con un sueldo bajo, es posible que no tenga tampoco el rendimiento que los empleadores requieran y entonces sea despedido en poco tiempo, aumentando su frustración y golpeando su autoestima.
 
Esto lleva a las personas a ser cortoplacistas, es decir especialistas en resolver problemas inmediatos, pero incapaces de planificar o prever su futuro. Temas como la salud, la recreación, el ahorro, la educación y el medio ambiente, quedan en segundo plano, cuando las necesidades inmediatas nos absorben y nos consumen. Lo peor es que no es sencillo salir del circulo de pobreza, en el momento
que uno quiere, es como pertenecer a la mafia. Tiene que pasar algo extraordinario, para romper ese circulo. En el mejor de los casos es con planificación, tiempo y esfuerzo que muchos logran salir del circulo y crean las condiciones para seguir creciendo y viviendo una vida mas cómoda. Esto puede tomar toda una vida y ser de beneficio para los hijos que para los padres.
 
Generalmente es la educación la que muestra el camino y da las herramientas para construir ese futuro. Pero no exactamente la preparación que da el sistema educativo tradicional, ya sea publico o privado. Es por ello importante, identificar las habilidades y conocimientos que necesitamos para salir adelante y compensar nuestras debilidades. En mi caso, el mayor reto ha sido aprender a manejar
las finanzas. Ya que tuve varios negocios exitosos y emprendimientos, que aparentemente producían y eran sanos financieramente, pero vistos a "ojo de buen cubero", sin embargo con el tiempo se debilitaron y fue necesario darlos por terminado. Para compensa esto, he tomad cursos específicos de finanzas, contabilidad y administración, que han constituido pilares de los  siguientes  emprendimientos y negocios. Pero ha sido a costa de altos precios, tiempo y dinero perdido. Golpes a la autoestima. Que yo considero, peldaños de la escalera de mi éxito.
 
En otras palabras, se puede triunfar, mas rápido y mas sólidamente, con la preparación adecuada.  Concluyo, diciendo que el hombre no es pobre, ni rico, por naturaleza, mucho de su medio ambiente, determina, para bien o para mal, el grado de desarrollo humano que va a alcanzar. Considero que si se quiere ayudar a muchas personas a encontrar la respuesta para su particular caso, se puede compartir experiencias, darles una pausa en su circulo de pobreza y dejarlos experimentar la otra forma de vivir "en abundancia", es decir, que ya sea el estado o la iniciativa privada, asuma el costo humano, al menos temporalmente de muchas personas pobres y extremadamente pobres, para que se preparen, planifiquen, se fortalezcan y definan que quieren para sus vidas, para que, aunque vuelvan a su ambiente de pobreza, tengan mejores recursos para empezar, por su propio esfuerzo, a salir de allí.

#JESEmprendimiento

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