Otra escena de voyerismo



"Gerard era el único que sabia que yo estaba escondido en un rincón de la habitación a donde había llevado a Laura para disfrutar de su hermoso cuerpo. Gerard había sido mi amigo desde hacia diez años y tenia un don para conquistar mujeres jóvenes y atractivas. Además era un declarado exhibicionista y disfrutaba de saber que sus amigos éramos testigos de sus aventuras sexuales. Laura
era salvajemente hermosa, morena, pelo largo, pechos y trasero grande, bien formado. Pero su rostro era realmente bello, una larga y bien perfilada nariz, sonrisa tímida pero sugerente. Gerard la invitó a sentarse en la orilla de la cama para tomar una copa de vino. Hablaban entre murmullos y risitas. 


Pero el momento en que mi cerebro casi estallo fue cuando se hizo un silencio y empezaron a besarse suavemente. No se escuchaba nada, solo podía ver el movimiento de sus cabezas. Tardaron cerca de dos minutos en aquel suave beso. Luego algunas risas y un par de tragos a la copa de vino. Después fue otra escena de voyerismo que pude disfrutar gracias a la generosidad de mi amigo Gerard.


Descubrí que yo era vouyerista siendo muy joven, una vez que mi primo Daniel, trajo a su novia a la casa un día en que todos habíamos salido de viaje. Era un fin de semana de verano
y se suponía que yo debería estar en la playa con el resto de la familia, pero tuve que cambiar mis planes, porque me dejaron muchas tareas en el colegio. Así que estuve encerrado toda
la mañana del sábado en mi habitación, estudiando, pero a medio día tuve hambre y bajé a la cocina a buscar algo practico para comer. En ese momento escuché que alguien entraba y tuve miedo
de que fuera algún ladrón, así que me acerqué lenta y silenciosamente a la sala. Era Daniel que sabiendo que todos andaban fuera quiso traer a su novia a la casa, para ahorrarse lo
de una habitación de hotel. Ni siquiera llegó a alguna de las habitaciones, fue directamente al sofá mas grande y empezó a quitarle la ropa a Ana María, quien también luchaba por desvestir
a mi primo.


Yo me quedé en estado de shock, desde el punto donde estaba podía ver toda la acción que estaba sucediendo en la sala, un temblor empezó a apoderarse de mi cuerpo y no podía contenerlo, me sentía fascinado con la escena, la pasión con la que se acariciaban y besaban.

Fueron aproximadamente veinte minutos antes de que se calmaran las cosas y quedaran exhaustos recostados en el sofá. Aproveché el momento para escabullirme a mi habitación y no salí hasta dos horas después.

Cuando volví a bajar a la sala, Daniel y Ana María ya se habían ido, dejaron todo en su lugar para que nadie supiera de su tarde de pasión. Desde ese día, tuve ataques de ansiedad cuando
miraba parejas besarse y acariciarse. Ya tenia curiosidad acerca del sexo, pero no había tenido oportunidad de practicarlo.  Un par de años después de esta escena, finalmente pude perder la virginidad con una compañera del colegio. Sin embargo no fue tan fascinante como me lo había imaginado. La chica nunca dejó de hacer ruido con la goma de mascar y parecía estar ausente por momentos. No se parecía en nada a la pasión que vi en mi primo y su novia.


Un tiempo después tuve otra oportunidad de ver a otra pareja teniendo relaciones sexuales, durante una fiesta de fin de año. Fue en la casa de Arturo, el mas adinerado de nuestra clase, que
ofreció su enorme casa, llena de habitaciones, para la fiesta. Muchos aprovecharon para satisfacer sus deseos con las chicas que invitaron, aprovechando alguna de las múltiples habitaciones y ambientes de la casa. Una de esas parejas Ricardo el bruto de la clase con Romina, una morena algo rellenita que ya había sido novia de otros compañeros de clase. Ricardo era alto y robusto, lo que seguramente atrajo a Romina, quien no buscaba un premio Nobel para acostarse con él ese día. Los vi besándose en el patio y luego Ricardo se acercó a mi para preguntarme por una habitación donde pudiera estar con Romina. Sentí otra vez el temblor en mi cuerpo, pensando en la posibilidad de ser testigo de una nueva aventura sexual. Le dije que le iba a conseguir una habitación. Recorrí la casa y encontré una, donde nadie había entrado aun. En el fondo había un gran armario lleno de implementos deportivos, imaginé que era la habitación de Arturo. Saqué apresuradamente algunas cosas y las puse en un rincón.


Vi que la cama quedaba bastante visible desde el armario y aunque apagaran las luces, entraba bastante claridad por la ventana, por las luces de la fiesta.  Fui a avisarle a Ricardo, le dije que esperara cinco minutos, porque estaba usando la habitación pero que la iban a desocupar pronto. Aproveche para llegar a la habitación antes que ellos y esconderme en el armario. Abrí las persianas de  la puerta lo mas posible, de forma que pudiera tener una mejor visión de lo que estaba a punto de suceder.

Un poco después llegaron Ricardo y Romina, parecían haber bebido bastante alcohol, pero estaban lo suficientemente conscientes para saber a que habían llegado a aquella habitación. El temblor en mi cuerpo se hizo mas fuerte, pero hice todo lo posible para no hacer ruido. Afortunadamente el volumen de la música de la fiesta era tan alto, que no sospecharon que yo estuviera escondido allí. Romina fue quien tuvo la iniciativa, desnudo rápidamente a Ricardo y le realizo un trabajo admirable, de sexo oral.

Ricardo resulto ser un tipo físicamente superdotado lo que complació mucho a Romina. Después de un rato ella se puso de pie y se desnudó frente a Ricardo y de espaldas a mi, al ritmo de la música. Realmente era hermosa a pesar de ser algo gordita, seguramente la ropa que vestía la hacían ver menos atractiva.

Cuando estuvo desnuda se subió sobre el imbécil de Ricardo y empezó a moverse sobre su miembro como si fuera una danza africana de la fertilidad. En poco tiempo Ricardo llegó al orgasmo y como no se quejó, Romina siguió la sensual danza por un largo rato, hasta que su respiración se hizo mas fuerte y logro también llegar al orgasmo. Después estuvieron recostados largo rato, apenas intercambiando un par de palabras de vez en cuando. Ricardo estaba preocupado de que alguien entrara a la habitación, era algo tímido. Romina quería disfrutar un rato mas. Yo estaba extasiado viendo como Romina se restregaba sobre el cuerpo de Ricardo, tratando de incitarlo de nuevo para la acción. No tuvo que esperar mucho a la erección del muchacho. Esta vez Ricardo se colocó
sobre ella y la penetró casi con violencia. Romina gemía y apretaba sus piernas sobre la cintura de su pareja, para que llegara hasta el fondo. Yo me acariciaba mientras veía esa batalla sexual, tan primitiva y excitante.


Cerca de una hora después, finalmente se cansaron, se vistieron y dejaron la habitación. Yo también había tenido un orgasmo viendo todo aquello, así que cuando se fueron, tuve que cambiarme de ropa, tomé un pantalón de Arturo, esperando que no se diera cuenta. Cuando llegué a mi casa, pasé toda la noche, recreando cada detalle, cada sonido y cada olor de el encuentro entre el bruto de Ricardo y la sensual Romina.

He llegado a pagar por ver a parejas o grupos teniendo relaciones sexuales, para mi gusto es mejor que ver vídeos pornográficos, me parece que viendo videos, se pierden detalles, sonidos, olores y he visto que no hay nada como la acción en vivo. Sin embargo algo que no me gusta es cuando la pareja sabe que están viéndolos y sobreactúan. La mujer trata de gemir mas fuerte y el hombre trata de mostrarse mas macho. Pero es actuación. Cuando las parejas no saben que están siendo observadas, pierden sus inhibiciones y se muestran realmente como son y como disfrutan del coito.

Algunos consideran el voyerismo, una enfermedad. Yo considero que es una adicción inofensiva. Me hace mas feliz ver sexo en vivo, que tomar cerveza o drogarme. también me gusta practicar el sexo, pero creo que no soy tan bien dotado físicamente y tal vez deba admitir que soy algo predecible y aburrido. Pero cuando escucho a una mujer gemir y acercarse al orgasmo, realmente fantaseo con que soy yo quien le provoca esas reacciones y la hace disfrutar tanto. Cuando pasa mucho tiempo y no tengo oportunidad de ver parejas teniendo sexo, me siento ansioso e incompleto. No es fácil convencerlos, por eso aprecio tanto el apoyo de amigos como Gerard, con el que hemos establecido una relación de ganar-ganar. El disfruta de exhibirse y yo de verlo cabalgar hermosas mujeres. Una vez incluso me pidió que lo filmara, con el consentimiento de la chica y fue aun mas maravilloso, ya que pude acercarme y percibir todo el ambiente de mejor forma. Sin embargo no me apetecía participar en un trío, no me sentía a la altura de la ocasión, solo quería estar cerca de tanta sensualidad y deseo. "

Transcripción del audio de una terapia psicológica, con el objeto de tratar un problema de Voyerismo, en la clínica de la Psicóloga Andrea Taracena.



#JESEmprendimiento


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Formulir Kontak

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *