Noche de Aquelarre parte 1




 Con algunas semanas de anticipación, cientos de extrañas mujeres habían viajado al pueblo de Andaliz la Verde, para la reunión anual, convocada por la Remdra Principal, Burbara, quien desde hacia ciento diez años venia reuniendo a brujas de todo el mundo, para una única y especial noche. Pero además una noche necesaria, para mantener la unión entre ellas y renovar energías. Era muy gratificante saber que no estaban solas, en esta forma de vida y en ésta conexión con el universo, llamado brujería por el mundo, pero al que íntimamente se referían, ellas mismas, como ser poseedoras del "Abrendaris", algo difícil de traducir, pero que ellas entienden perfectamente, como una energía que ellas pueden controlar y les permite alargar sus vidas, conectarse con los elementos naturales e influir en la vida de los seres mortales, llamados "rocris", por ellas.
 

Los "rocris" son seres limitados desde su nacimiento y para que una "rocri" se pueda convertir en poseedora del "Abrendaris", se requiere de un largo y secreto proceso. Por lo que son pocas las "remdras" que dedican parte de su vida a hacerlo. Ellas son consideradas importantes dentro de la comunidad ya que garantizan que la población se mantenga, aunque la muerte llegue finalmente a alguna de sus hermanas, ya sea por accidente, por falta de "Abrendaris" o por deseo propio, ya que no es raro que algunas "remdras" se cansen de vivir y deseen un descanso total. La mayoría opta por cambiar de cuerpo, eligiendo a una joven "rocri" y utilizando su cuerpo por algunos años o hasta que encuentran uno que les guste más. Pero cuando una nueva "remdra" es criada, se respeta su cuerpo y se le prepara desde que nace o antes de ser posible. Esto garantiza que la niña, no conocerá otra forma de vida, que no sea la de una "remdra".
 


Pero no es hasta los quince años, que se les permite a las nuevas "remdras" acudir a un aquelarre. Por experiencia, Burbara sabe que niñas mas pequeñas no están listas, para presenciar sacrificios de animales y de "rocris", por lo que esa regla, que ella estableció hace mas de sesenta años es inflexible.
 


Los sacrificios estimulan como ninguna otra cosa la expansión del "Abrendaris", ya que la energía de cada animal muerto fortalece la energía de las participantes. Sin embargo, sacrificar a un "rocri" tiene una connotación mayor. La energía de cada uno es distinta, por lo que debe ser elegido muy bien. Hay varios tipos de energía que despiertan el deseo de las "remdras". Por ejemplo, un niño o niña de menos de tres años, les ayuda a rejuvenecer sus cuerpos mortales. Por otro lado un adulto, puede aportar energía en base a su experiencia y trayectoria de vida, así que no es raro que las "remdras" traigan al aquelarre a algún profesor universitario, científico o industrial para "extraerle" energía que sea de utilidad, para alguna de las actividades de su vida diaria. La mayoría de las "remdras" tienen una vida paralela, en la cual suelen destacar, debido a la energía de la cual se alimentan.
 

El día del aquelarre, se suele asignar a varias "remdras" como proveedoras de "rocris" para ser sacrificados, sin importar demasiado la energía que se les pueda despojar, ya que esa noche, toda aquella energía se acumula y se multiplica por efecto de la alineación de los cuatro elementos básicos, tierra, aire, agua y fuego. La "remdra" que se pierde esa noche, suele pasar un año, con poco "Abrendaris" y corre mas peligro de ser identificada y perseguida por los "rocris", quienes están organizados, para perseguirlas desde hace cientos de años.
 

Todos los habitantes de Anadaliz la Verde, conocen lo que sucede, pero bajo juramento, se abstienen por una noche de salir de sus casas o de revelar a alguien fuera del pueblo, algo de lo que sucede allí. El castigo es terrible para quien viola ese juramento. Las "remdras" no se conformarían con su muerte o la de toda su familia, lo perseguirian por todo el mundo, hasta atraparlo y le harían pagar con largos tormentos, que serian aplicados al traidor, por muchos años, alargados por una combinación de magia oscura y conocimiento básico de la vida, que solo una "remdra" sabe utilizar. Lo poco que se ha podido filtrar de estos ritos, ha costado la vida e interminables sufrimientos de algunos "rocris", que han intentado contribuir, para darle fin a tan macabras costumbres.
 

Hay que aclarar también, que la economía de Andaliz la Verde, depende en su mayoría de esa noche, ya que desde semanas antes, muchas "remdras" llegan a buscar hospedaje y alimentación, mujeres de diferentes nacionalidades, quienes además compran las baratijas que los andaverdinos les ofrecen y que ellos mismos fabrican. Algunos andaverdinos han aprendido idiomas y les sirven como guías, para que visiten los hermosos parajes que circundan el pueblo. Hay un hermoso lago, "El dorado", donde las mujeres utilizan, para bañarse desnudas a cualquier hora, pero prefieren hacerlo durante las noches de luna llena. El lago es alimentado por el rio "Abundancia", principal fuente de agua del pueblo y en el cual se pueden pescar truchas la mayor parte del año. Varias de las mujeres disfrutan de atrapar truchas y comerlas crudas, ya que aseguran que son buenas para mantenerse jóvenes. Otras prefieren adentrarse en el bosque de robles, que circunda el pueblo. Sus guías las conducen hasta la entrada del bosque y dejan que ellas caminen y busquen lo que quieran. Se cuenta que allí hay muchas especies de arboles, a parte de los robles de los que toma nombre aquel paraje. Allí las "remdras" buscan ingredientes secretos para sus pócimas.
 
Muchas veces, solo quieren estar más cerca de la naturaleza o atrapar alguno de los búhos que habitan el bosque, los cuales les parecen magnificas mascotas, por su capacidad de ver en la noche y contar lo que han visto, lo cual relatan en un lenguaje de búhos, que solo las "remdras" conocen.

 La mayoría de "remdras" son opulentas y adineradas, por lo que en esos días, previo al aquelarre, suelen ser generosas con los andaverdinos, que acumulan en ese corto periodo, un pequeño capital que les permite vivir decentemente el resto del año.

El día del aquelarre, la mayoría de andaverdinos se encierra en sus casas desde medio día, temerosos de provocar el enojo o el apetito de las "remdras" que dejan de ser unas damas elegantes y dulces, para convertirse en criaturas ávidas de sangre y diversión. Estimuladas por las grandes cantidades de "bromgrich" el licor de raíz de roble, que circula libremente, ese único día, ya que no se permite que sea preparado o consumido en otro lugar o en otro día. Las sedientas "remdras" sacan a relucir sus mas bajos instintos, sin ningún otro limite que el no dañar a otra "remdra".
 
Un pequeño grupo de andaverdinos, queda para atender los últimos detalles de logística, hábilmente dirigidos por Brubara, pero son despachados antes de las ocho de la noche, cuando empieza oficialmente el aquelarre. El convenio que tienen las "remdras", con los andaverdinos, proviene de cien años atrás, incluye el hecho de que ninguno de ellos sea utilizado como víctima de sacrificio, a menos que inclumplan alguna de las prohibiciones.
 

Las víctimas de sacrificio, suelen ser mantenidos bajo efecto de alguna poción, dormidos en un enorme edificio, esperando el momento, para ser despertados y participar en el desfile inaugural, que inicia desde la primera calle del pueblo y culmina en un enorme altar de sacrificios, construido cada año, al pie del "Monte Rojo" que limita al pueblo, por el lado sur.
 

Todas las "remdras" se ponen en fila, a lo largo del trayecto que conduce al altar, con enormes cestos donde guardan una especie de globos, hechos con tripa de cerdo, rellenos de diferentes pociones, los cuales son lanzados a las víctimas que son obligadas a desfilar, para diversión de las participantes. Cada "remdra" decide que poción utilizar y siempre tratan de competir entre ellas, para ver quien ridiculiza mas a los "rocris".
 

Algunas "remdras" lanzan globos que al explotar producen dolorosas pústulas en la piel de los "rocris", que son alcanzados por la poción que contiene. Cuando los "rocris" lanzan gritos de dolor o se arrastran por el suelo tratando de quitarse el maldito liquido, las "remdras" estallan en sonoras risotadas y se palmean la espalda, para animarse a seguirlo haciendo. Otras elaboran una pócima que hace llegar la piel casi a un punto de congelación. Si la pócima cae en un brazo o una pierna, el "rocri" queda inutilizado en esa extremidad, lo que dificultaba su avance. Cuando una de las guardianas del desfile mira que un "rocri" no avanza, le aplica un "toque" eléctrico muy doloroso, con una larga pértiga, lo que hace que el "rocri" dé un terrible grito de dolor y un salto. Esto divierte aun más a las atacantes. Es inútil que un "rocri" proteste o pida piedad, esto solo enardece a las "remdras" que se ensañan con ellos, aplicándoles pociones aun mas dañinas, pero nunca mortales, ya que esta prohibido matar a un "rocri", antes de la alineación de los elementos básicos.

Agnar, era un andaverdino, que tuvo la oportunidad de viajar a Romeralia, la ciudad mas cercana, una vez que escasearon los alimentos en Andaliz la Verde, se maravilló de la industria y el comercio de la ciudad vecina, a la que muy rara vez acudían los andaverdinos, que eran vistos como "raros", por los romeralianos, quienes sin embargo, gustaban de hacer negocios con ellos, debido a las interesantes cantidades de oro y piedras preciosas, que traían los andaverdinos, que nunca explicaban de donde las habían obtenido. No se sabia de ningún romeliano que hubiera visitado Andaliz la Verde y mucho menos que hubiera habido algún enlace matrimonial entre habitantes de los dos poblados. La relación entre ellos era puramente comercial. Sin embargo, Agnar era diferente en muchos sentidos, al resto de los andaverdinos, tenia un espíritu libre y un alma generosa, acompañado de una dosis de valentía, que ya era de por si, un elemento difícil de encontrar en aquel pueblo.

Por tener ya veinte años y ser de complexión robusta, fue elegido aquel año, para ser parte del grupo que ayudaría a las "remdras" a terminar de organizar el Aquelarre. Lo hacia de mala gana, odiando a las excéntricas mujeres que actuaban como propietarias del pueblo y de su gente, sin importar lo aterrorizados e incomodos que pudieran ellos sentirse, sabiendo las practicas paganas que se realizaban en esos días. Pero desde pequeño, había sido instruido, para obedecer y no enojar a las "remdras".
 
Precisamente ese año Burbara decidió hacer un cambio en la organización del Aquelarre, cambiando el horario de inicio del desfile, que usualmente era a las ocho de la noche. Ese año anunció que iniciaría a las seis de la tarde, cuando aun estuviera llevándose a cabo el atardecer. No les explicó la razón del cambio a sus compañeras, pero quería hacerlo por razones de seguridad. Había notado cierta resistencia en los andaverdinos, para obedecer ordenes, por lo que pensó en dejar que algunos de ellos presenciaran el desfile bufo, que ella estaba organizando, enviándoles de esta manera un mensaje a todos los demás, de que les convenía obedecer sin protestar, para no formar parte de la lista de sacrificios. Fue por esa razón que Agnar, pudo ver con horror como seres humanos eran vilipendiados en las calles, por las que él solía caminar desde niño. Esa noche, tomó la decisión de huir del pueblo en la primera oportunidad que tuviera y contar al mundo esta historia. No era fácil, ya que las salidas del pueblo estaban custodiadas todo el año por las mismas guardianas que dirigían el desfile. Tampoco escapar de noche era tan fácil, ya que los búhos entrenados de las guardianas, vigilaban constantemente todos los alrededores y contaban lo que veían a sus amas.
 
Pero Agnar sabia que no podía soportar vivir más, en aquel lugar y esperar otro año, para que volviera a pasar esta macabra y sangrienta fiesta. No podia llevarse a su familia y sabia que serían cruelmente sacrificados por las "remdras", para vengarse de él, pero era un alto precio a pagar, con el fin de liberar al pueblo de la tirania, de esos seres infernales. Su madre y sus dos hermanos menores no se atreverian a contrariar a las "remdras" y esa seria su perdición si el les revelaba sus planes. Los pobres les temian demasiado. Era mejor "hacerlos dormir", antes de irse. Su padre habia muerto unos años atras, dejando un ejemplo a sus hijos de obediencia y sumision a las "remdras", que siempre esperó, ellos pudieran seguir, para lograr sobrevivir en el mundo, en que les había tocado nacer.  

 Escrito por: Javier España
#JESEmprendimiento





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